Plaza de Armas de Chacas

Arte, cultura y sobre todo fe, Chacas es una provincia ubicada a 3 horas de Huaraz; lugar apacible y confortable que nos regala una pequeña fusión de Italia y Perú

Por: Laura Llallihuamán Ubaldo

En medio del intenso frío de la noche huaracina, a las 3:20 de la madrugada llegué hasta el punto de encuentro, Golden Plaza, un mini centro comercial bastante concurrido en la ciudad de Huaraz, donde nos esperaba la mini van que nos llevaría rumbo a la perla de los Conchucos, Chacas. Al subir a la van, el ambiente de complicidad entre mis compañeros se notó al instante, las ansias por empezar el recorrido incrementaban de acuerdo a los minutos que pasaban.

Ya casi eran las 4:00 a.m. pero no podíamos partir sin Jesús Quijano, Melisa Lázaro y Lucero Navarro. Después de casi una hora, salimos de la ciudad de Huaraz a las 4:15 a.m. Después de conversar un poco con mis compañeros, ya en el distrito de Yungar logré finalmente conciliar el sueño, que no duró mucho porque desperté nuevamente en la provincia de Carhuaz, borrachera; denominada así por el sabio Antonio Raimondi debido a su intensa celebración en honor a la Virgen de las Mercedes o Mamá Meche.

Tallado de retablo para envió internacional
Tallado de retablo para envió internacional
Tallados realizados en el taller Don Bosco
Tallados realizados en el taller Don Bosco
Foto grupal en el espejo realizado por los artesanos
Foto grupal en el espejo realizado por los artesanos
Pinturas realizadas por los artesanos
Pinturas realizadas por los artesanos
Fachada del hospital Mama Ashu
Fachada del hospital Mama Ashu
Cortado de madera de acuerdo al diseño
Cortado de madera de acuerdo al diseño
Artesanos tallando en madera
Artesanos tallando en madera
Túnel ubicado en La Punta Olímpica
Túnel ubicado en La Punta Olímpica
Hermoso retablo chacasino
Hermoso retablo chacasino
Plaza de Armas de Chacas
Plaza de Armas de Chacas
El “manca carga”
El “manca carga”
Datos del retablo en bajo relieve
Datos del retablo en bajo relieve
Lápida del párroco Ugo De Censi
Lápida del párroco Ugo De Censi
Maravillosa vista para desayunar, en camino hacia Chacas
Maravillosa vista para desayunar, en camino hacia Chacas
Tallados realizados en el taller Don Bosco
Tallados realizados en el taller Don Bosco

El viaje se tornó pesado, no lograba cerrar los ojos ni un solo un instante, sin embargo, mi cuerpo sentía el cansancio de la madrugada y minutos después casi sin darme cuenta me había quedado profundamente dormida. Desperté a las 5:59 a.m. ya en la Punta Olímpica, mis ojos aun desconcertados se abrieron lentamente y conocieron el despertar más bello que cualquier ser humano podría presenciar; el sol se encontraba sobre los imponentes nevados, la nieve se pintaba de un amarillo naranja.

El albedo reflejado, creaba lienzos de un color que se degradaba entre el cielo y los nevados. Esa mañana tuvo un amanecer peculiar, un amanecer que no se tiene en un día común y que probablemente solo se puedan ver una vez en la vida. La van se estacionó en el Túnel Punta Olímpica y bajamos a tomar algunas fotos, él frío tenía la capacidad suficiente de distraer mi atención en el adormecimiento de mis manos, alcancé a tomar un par de fotos, pero mi respiración se intensificó, así que decidí regresar al carro.

La cima Punta Olímpica está ubicada a más de 4700 m s. n. m. en la Cordillera Blanca, localizada entre las provincias de Asunción y Carhuaz, dentro de la región Áncash. Principalmente conocida por el Túnel Punta Olímpica de 1380 metros de longitud y 4736 m.s.n.m. denominado como el túnel con mayor altitud a nivel mundial.
Después de tomar las fotos necesarias, mis compañeros subieron a la van, mi cuerpo comenzó a entrar en calor nuevamente y luego de atravesar gran parte de la Cordillera Blanca, a las 7:02 a.m. decidimos hacer otra parada para poder desayunar. Bajé del carro y me senté en una roca mediana, el cielo empezó a despejarse, los rayos de sol penetraban mi piel con intensidad. Saqué de mi mochila un termo rojo que mantenía cálida la infusión de muña. Luego de terminar el desayuno, esperamos un poco y retomamos nuestro viaje hacia Chacas.
A las 9:32 a.m. llegamos a la capital de la provincia de Asunción, Chacas. Lo primero que llamó mi atención al divisar desde las ventanas de la van, fue un letrero de la peluquería Montalvo tallado en madera, las puertas y marcos de las casas no solo eran de madera, sino que también compartían el color blanco en sus fachadas. El carro se estacionó al frente de la plaza de Armas de Chacas. Alisté mis cosas dentro de mi mochila y decidí bajar de la van; el cielo lucía completamente azul y despejado, pude notar sin dificultad que la plaza de Chacas mantiene el césped en toda su extensión debido a que en el mes de agosto es ahí donde se realizan las tradicionales corridas de toro.

La plaza Ugo De Censi o plaza de Armas de Chacas, destaca entre otras por mantener todo su espacio cubierto de césped, rodeado por bancas, finamente talladas con diseños influenciados por el estilo barroco.
Con mi pequeño grupo de amigos; caminamos un poco alrededor de la plaza y luego decidimos desayunar, buscamos entre los restaurantes que se encuentran alrededor, pero decidimos adentrarnos un poco más en las calles chacasinas, encontrando el local de la señora Olinda Bravo, quien vende caldos y desayunos hace 12 años, la señora fue muy amable y aún más al saber que veníamos desde Huaraz. Mientras degustábamos el caldo de gallina, conversamos sobre el viaje y si habíamos podido descansar; al terminar agradecimos a la señora Olinda y nos encontramos con el docente a cargo, Alex Cordero, quien nos comentó sobre el itinerario que seguiríamos.

INICIO DEL RECORRIDO

Nuestra aventura en Chacas inició en el Santuario Mamá Ashu, al ingresar fue imposible pasar desapercibido el gran retablo bañado en pan de oro que en su centro salvaguarda a la patrona de Chacas, Mamá Ashu; caminé hacia el altar con la intención de notar aún más los detalles que tenía, pero la voz de mi compañera me detuvo; apuntaba con el dedo hacia arriba, era un vitral de la virgen María, era arte en su máxima expresión, pero debía seguir con mi recorrido dentro del santuario, al pisar el primer escalón del altar, una energía muy fuerte invadió todo mi cuerpo, mi piel se erizó y sin saber la razón continué caminando, mi interior me dijo que fue una señal. Al costado del retablo mayor, se encontraba la lápida del párroco Ugo De Censi, entonces entendí el porqué de la sensación tan rara que había experimentado.

El Santuario de Nuestra Señora de la Asunción de Chacas, conocido popularmente como Santuario, es un templo que infunde la religión católica, fue declarado Patrimonio Histórico del Perú en 1941 y consagrado como Santuario en el 2005. Su construcción se remonta al año 1572, posteriormente se amplió en la década de 1750; sin embargo, esta construcción no resistió el terremoto de 1970 que destruyó buena parte de su infraestructura. Finalmente, en 1980, se reconstruyó el santuario bajo técnicas modernas gracias al párroco Ugo De Censi y la Operación Mato Grosso.

Así mismo, el retablo central se elaboró en 1770 y fue posteriormente restaurado por el monseñor Formelli Giustino, don Scino Salvatore y Arturo y Massimiliana Ballabio entre los años 1993 y 1994.
Salimos de la iglesia y nos sentamos en las bancas de la plaza, Annabelth Rivera me contó que en cada esquina de la plaza, hay esculturas que reflejan la historia de Chacas, como la escultura del manca carga, una escultura tallada en granito que refresenta a los alfareros de Chacas cargando su olla de barro.
Llegado el mediodía nos dirigimos hacia la operación Mato Grosso, almorzaríamos ahí. Al entrar al lugar todos fueron amables, saludándonos con una sonrisa. Pude notar que no eran peruanos, eran voluntarios italianos.

La Operación Mato Grosso fue fundada en 1967 por el sacerdote italiano Ugo De Censi, es una organización formada por jóvenes voluntarios, que desarrollan actividades en diversos países de Latinoamérica como Bolivia, Ecuador y Perú, a través de proyectos que se vinculan con la educación, formación para el trabajo, salud, electrificación y vivienda. En Chacas tiene su sede principal dentro de Ancash.

Nos sentamos en una larga mesa, una señora voluntaria pidió que nos pongamos de pie, debíamos rezar; así lo hicimos y nos empezaron a servir la sopa uno a uno, mientras comíamos rápido por el hambre, íbamos contando anécdotas de lo que nos había ocurrido hasta el momento; a culminar la sopa un joven italiano pasó a recoger todos los platos y a servirnos el segundo. Se llamaba Diego Torricelli, nos preguntó de donde veníamos y animosamente contestamos ¡Huaraz!, Diego nos dijo que Huaraz era la ciudad naranja, debido a que las fachadas de las casas, no se tarrajean con frecuencia.

Diego fue bastante amable, hizo alguna que otra broma que fue bien aceptada por nuestra parte, al terminar el almuerzo rezamos y en una sola fila caminamos hacia la puerta de salida. Bajamos nuevamente a la plaza y nos sentamos a esperar para poder ir a los talleres de los Artesanos de Don Bosco.

LLEGADA DE FE

El padre Ugo De Censi fue un sacerdote católico. Nació el 26 de enero de 1924, en Berbenno di Valtellina (Italia), en 1967, De Censi fundó la Operación Mato Grosso, un movimiento integrado, en su mayoría, por jóvenes italianos y que fue creado para ayudar a los más pobres. Posteriormente en 1976 que el sacerdote llega al Perú.

El obispo de Huari, Dante Frasnelliy, lo designa párroco de la iglesia de Chacas, desde aquel entonces Chacas pasó por un período de retroceso económico y debido al cierre de las dos empresas mineras más grandes del lugar, el padre Ugo acogió en su casa a los huérfanos y pobres. Para evitar que los jóvenes se fueran del país en busca de oportunidades, en 1985 fundó la cooperativa Familia Don Bosco. El padre Ugo es para los ciudadanos de Chacas, una luz que llegó a alumbrar uno de los pueblos más profundos de Ancash.
Al entrar a los talleres, uno de los artesanosmás experimentados, el señor Claudio Plama nos dio el recorrido, empezamos por el taller de carpinteria, el olor del acerrín se podía percibir desde la entrada; todas las personas dentro del taller tallaban con dedicación y esmero, no hay tiempo que perder, todos trabajan concentrados en sus obras de arte. La madera que se usa es en su gran mayoría de la selva peruana, que se traslada hasta Chacas y se talla de acuerdo a los pedidos que ingresan. Mientras caminabamos Claudio dijo que el padre Ugo los educó durante 5 años bajo la religión cattólica y el santo temor a Dios.

El segundo punto del recorrido fue el taller de los pintores, donde se realizan los ultimos acabados para entregar los pedidos, ahí los artesanos le dan color a la madera, según el acabado que se requiera, óleo, pan de oro, pan de bronce o esgrafiado. Mi sorpresa fue grande al ver la cantidad de pinturas y pinceles que habían en el cuarto, pues una de mis grandes pasiones es pintar.

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