Don Santiago Edmundo Pantoja Ramos, es un lingüista ilustre del quechua de Huaraz, nació el 02 de mayo de 1931 en la estancia de Chontayoc, Independencia-Huaraz, (actualmente Centro Poblado), hijo de Alejandrina Ramos y Tomás Pantoja, formando parte de una familia de varios hermanos. Desde niño tenía una gran admiración a su padre para seguir sus pasos en predicar la palabra de la religión cristiana, es así que, comienza a nacer en él, el interés por la lectura y la devoción.
Por: Geraldine Bravo Cerna
Vivió para su gente, el progreso de sus tierras, el reconocimiento de la lengua quechua en su disposición de ser hablada por todos y valorada. Toda su educación la realizó en el Colegio Nº 86090, antiguamente llamado como Escuela Fiscal de Chontayoc, ahí culmina su primaria y su secundaria no pudo culminarla, ya que con su familia viajaban a Huaraz, donde aprendió más por el mismo.
Don Shanti, era una persona autodidacta, y desde su juventud se dedicó a ser catequista, cumpliendo una función exhaustiva en la iglesia de Chontayoc y Centenario, teniendo una relación muy cercana con los sacerdotes y los adeptos cristianos tanto de la ciudad como de las comunidades campesinas, tanta era su devoción a Dios, que le dedicó toda su vida, orando, predicando su palabra, asistiendo a festivales y eventos de encuentros de devotos en diferentes partes del Perú y Áncash, en muchas ocasiones llegaba a cumplir con el papel de un padre, debido a que, realizaba misas, aconsejaba a la gente. Un ejemplo muy claro de su trabajo en la traducción, fue el Nuevo Testamento, la Biblia, oraciones, canciones cristianas, y más, al quechua de Huaraz.
En su vida amorosa tuvo dos matrimonios, con su primera pareja llegó a quedarse viudo, y con su segundo matrimonio llego a estar en vida hasta el último de sus días, la señora Porfiria Díaz Reyes, oriunda de Chontayoc; no tuvo ningún hijo. Y toda su familia se fueron poco a poco con el paso de los años a residir a otras partes del país, llegando a quedarse solo con un familiar en el Centro Poblado de Chontayoc, su sobrina.
Trabajó para el Centro de Idiomas en la Unasam, entre 3 a 4 años, como docente de quechua, pero es retirado por tener una edad muy avanzada, aproximadamente 82 años de edad; después de esa etapa decide volver a su casa para dedicarse a su producción de traducción y su vida cotidiana en el campo y hogar, aunque recalcar que a Don Shanti, le gustaba en poca medida el tener que dedicarse a pastear y estar en la chacra por completo, él prefería leer, escribir, apuntar nuevos aprendizajes, ir a misa además de orar.
Santiago Pantoja fue multifacético, siendo joven trabajaba como carpintero, realizaba mesas, puertas, etc. Una palabra que lo destaca es, líder, porque se comprometía con su pueblo, por ello, fue alcalde de Chontayoc, siéndolo por siete años, y sus aportes fueron y seguirán muy importantes para toda la gente que lo admira hasta la actualidad, entre ellos están los siguientes: agua potable de Chavín-base, electrificación, puestos de salud, gestionó el cambio de estancia a Centro Poblado de Chontayoc y también la capilla de iglesia local.
Físicamente, Don Shanti era alto aproximadamente de un 1.70, su cabello natural era negro, pero con la vejez se llenó de canas, tenía ojos marrones, y un cuerpo ancho y robusto, estaba perdiendo la vista por los años, a causa de ello también se comenzó a jorobar. Pero por el otro lado, Don Shanti también tenía defectos y actitudes que no ha todos les gustaba, como cualquier ser humano, en las cuales estaban: ser muy puntual, le gustaba exigir a todos los demás, un defecto era que acostumbraba a ser muy callado, con respecto a los problemas, era muy conformista con relación a exigir sus propios derechos para él mismo con su trabajo, les callaba a los demás por andar hablando de los demás.
Siempre andaba con compañía de un bastón, porque tenía miedo a caerse por las chacras y los caminos, debido a su edad avanzada. Sufría de úlcera, varias veces se hospitalizó a causa de esta condición, acá es bueno recalcar que Don Shanti, no contaba con ningún seguro médico, ni público o privado, en esa medida todos los gastos los cubría algunos ahorros que tenía por las propinas que le daban por sus trabajos y también lo solventaba su esposa, Porfiria Díaz.
En su personalidad era más social, así pues, era conversador, alegre y le gustaba mucho dar buenos consejos, y una características principales era practicar mucho los valores, no le agradaba enojarse, ni hablar mal de nadie y ni dejar a los demás que hablen mal. Consideraba el enojo era momentáneo, y nosotros debemos ser empáticos, y que no conocemos la realidad de los demás.
Principales logros
Don Santiago Pantoja, fue lingüista gramático y docente de la lengua quechua, en sus obras maestras y pioneras de esta lengua, se encuentra las siguientes: traducción del Himno Nacional, Nuevo Testamento, la Biblia, libros literarios, como Romeo y Julieta de William Shakespeare. Y libros de su autoría son: “Cuentos y relatos en el Quechua de Huaraz” y como colaboró en el libro “Quechua del Callejón de Huaylas”.
Entrevista a su esposa Porfirio Díaz
– ¿Cuál era su meta de vida?
Él quería el reconocimiento al quechua de Huaraz y el callejón de Huaylas como de Conchucos. Quería que las personas hablemos quechua y valoremos nuestra lengua originaria.
– Alguna vez recibió algún reconocimiento en vida y dinero por su trabajo.
El único dinero que recibía eran propinas, a lo máximo que llegó fue 500 soles por una traducción que le encargaron, de las muchas traducciones y libros que escribió poco se le ha reconocido, nunca se le dio dinero ni autoría a muchos textos de los tantos que hacía, en cambio, siempre había muchas personas que venir a buscarlo para realizar traducciones y realizar copias de sus múltiples trabajos que hacía y nunca le daban ni un sol.
– Te hubiese gustado que en vida a reconocimiento que fue en muerte.
Claro que sí, porque él no tenía ningún sustento económico para su día a día, a veces salíamos a cosechar, pastear ovejas pero no era lo que le agradaba del todo y solamente lo hacía para la subsistencia de nuestros alimentos y nuestros gastos diarios.
Su entorno social
En su entorno social, estaba rodeado de personas estudiosas de la cultura como el profesor reconocido José Antonio Salazar Mejía, quien era una persona que lo buscaba mucho por su trabajo y producción de conocimientos que impartía Don Santiago, otro personaje ilustre que lo acompañaba en este mundo de la investigación fue Víctor Paredes Estela, y el padre José Ripkens. Ya en su ámbito familiar, convivía con la familia de su esposa Porfiria, hasta el último de sus días.
En el 2021, llega el final de sus días, falleciendo el 05 de mayo a las 9: 00 de la mañana, a los 89 años de edad. Don Shanti, venía mal por dos semanas, se había contagiado de Covid-19, el cual se complicó con neumonía, que hizo que se agrave, además que hubo una gran negligencia de parte del personal de salud, debido a que, lo devolvieron a su casa, pese a toda su condición. Es así que, Don Santiago Pantoja, descansa en paz encontrándose en su propio hogar, exactamente en su cuarto.
Medios donde se le dio su respectivo reconocimiento
Para finalizar, Don Santiago Pantoja fue y será una persona muy valiosa para nuestra cultura, abordó distintos roles en la sociedad, fue un estudioso de las artes en muchas de sus ramas, nos dio el ejemplo ideal como persona, valorando nuestro idioma el quechua, se convirtió en un líder, poniendo primero a los demás que a él mismo, en incluso, hasta que la gente mala se aproveche de esa virtud, y de sus obras, ya que, él en toda su vida nunca recibió ninguna ayuda económica de parte del Estado, o en vida ningún reconocimiento. Don Santiago buscaba que valoren su trabajo intelectual, tal vez, por estar desinformado o no tener a alguien que lo asesore no pudo disfrutar de sus ganancias, y sentirse abandonado e indiferente.
Aprovechando este medio, de parte de mi opinión solo pediría una cosa, la cual sería un llamado a las autoridades, que se encarguen de que sus libros puedan llegar a encontrarse en la biblioteca local y se conserven de manera adecuada, y demás producciones que hizo. Sería más que un reconocimiento póstumo a su persona, sería el aporte intelectual y transcendente, que siempre mereció y merece.