A pesar de ser el Perú un país indiscutiblemente andino, no se reconoció ni valoro su trascendencia cultural por mucho tiempo
Por: Fluvher Flores
Festividades que ensalcen la musical cultura nacional del país son contadas; tememos la más sonada y difundida como Día de la Canción Criolla se festeja en el Perú desde 1944, teniendo que pasar mas de cincuenta años para visibilizar a la música andina que era más ancestral y rico. Ya se tiene vestigios de que se hacía música desde culturas preincas como la cultura Caral y sus siguientes sucesoras que con la conquista europea se la relego perdiendo mucha de esa riqueza cultural.
Fue un el 15 de junio del año 2006, por decreto del presidencial en ese entonces, se le asigno a esta fecha para esta importante celebración. Siendo elegida el mes de junio, porque desde tiempos inmemoriales los pueblos altoandinos, mediante festejos, ritos, sacrificios y ofrendas a la tierra y al Sol en distintas partes del país, hasta la llegada del Día del Campesino. El decreto menciona que “la canción andina es la más genuina, ancestral, tradicional, y predominante en la anónima riqueza testimonial, que los pueblos andinos han legado a las generaciones”.
Lamentablemente no se puede conocer con certeza la música primigenia de los antiguos peruanos. Pero se descubrió que si la practicaban, ya que se encentraron instrumentos de viento en muchas zonas arqueológicas; tales como quenas, pututos y tamborcillos. Se presume que eran utilizados para crear melodías en ritos religiosos a la naturaleza y la cosecha. En ella cosmovisión andina la música sería el medio por el cual te comunicas con ancestros y deidades para pedir prosperidad en las cosechas y agradecer ello también. Esto se fue perdiendo con la imposición cultural europea y el desprecio a lo autóctono.
Aun con todo en su contra las manifestaciones culturales tradicionales sobrevivieron y se adaptaron a los tiempos. La música andina cambio, pero cuando en su espíritu la esencia ancestral, adoptando instrumentos y técnicas del viejo continente para no desaparecer. Este mestizaje cultural llego hasta nuestros días, con la música folclórica que conocemos hoy. Donde cada pueblo le doto de una personalidad propia pero siempre guardando el germen principal de la música andina tan representativa del país.
Podemos decir entonces, que la canción andina es diversidad, riqueza y variedad, por el espacio geográfico e histórico en que se ha venido desarrollando, mostrando el pensamiento y sentimiento de los herederos de grandes culturas, civilizaciones y un vasto imperio Inca, que encuentra en esta expresión musical la interconexión con los antepasados y su propio ser. Esta manifestación cultural que ha tenido que pasar por muchos embates (discriminación) para poder ser reconocida y valorada por todos. Era reivindicador conmemorar un día a este arte vital, pues es parte fundamental de nuestra cultura, de nuestros pueblos que hacen el verdadero Perú.