Jesús Pérez, estudiante de la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (Unasam), se convirtió en una de las figuras destacadas de las Olimpiadas Universitarias 2025, al obtener el primer lugar en las cuatro categorías individuales de natación: estilo libre, espalda, mariposa y pecho. La competencia se desarrolló en la nueva piscina del Real Club Huaraz, ubicada cerca del hospital de EsSalud, que cumple con las condiciones básicas para el entrenamiento profesional de este deporte.
Pérez ya había demostrado su talento en ediciones anteriores del evento, sin embargo, este año su desempeño superó todas las expectativas. A pesar de una lesión en el hombro que sufrió antes de la competencia, logró imponerse en todas las pruebas de 50 metros, incluso en la de estilo pecho, que fue habilitada a último momento por la organización. “Ese estilo no es mi fuerte, ni me había preparado, pero igual logré el primer puesto. Creo que nadie se lo esperaba”, comentó.
Su motivación por participar en natación nace desde la juventud, ya que es una disciplina que ha practicado desde muy temprano temprana edad. Tras un receso de aproximadamente siete años, Jesús decidió volver a entrenar, convirtiendo su participación en un desafío personal. “Mi mayor logro fue superarme a mí mismo. Después de tantos años sin nadar, regresar y rendir como lo hice, fue realmente importante para mí”, expresó.
Según detalló, este año la competencia fue más exigente en comparación con ediciones anteriores. A diferencia del año pasado, muchos competidores ya se conocían, lo que generó una preparación más intensa y dirigida. “Se notó que había más nivel. Ya sabíamos quiénes íbamos a competir, y eso hizo que todos nos exigiéramos más”, explicó.
Jesús también compartió un mensaje para los jóvenes que sienten temor de iniciarse en la natación. Recordó que, años atrás, la piscina municipal era un espacio clave para formar nuevos talentos, y lamentó que su cierre haya afectado la difusión del deporte. No obstante, destacó la importancia de seguir promoviendo espacios accesibles y seguros para que niños y adolescentes puedan desarrollarse en esta disciplina. “La natación no solo ayuda a nivel físico, también fortalece emocionalmente. Invito a los jóvenes a dejar el miedo y sumergirse en este deporte que puede cambiarles la vida”, concluyó.
Con una mirada puesta en seguir perfeccionando su técnica, especialmente en el estilo mariposa, Jesús continúa entrenando con la convicción de hacer de la natación no solo una pasión, sino un estilo de vida.