Fotos: Jersyba Acosta
Equipo de apoyo: Enrique Robles y Walter Reyes
Con un ambiente de camaradería y entusiasmo deportivo, la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación (ECCO) conmemoró su trigésimo segundo aniversario con un festival de fútbol sala que reunió a docentes y egresados en una jornada llena de competencia sana y nostalgia universitaria. El evento, realizado el domingo 10 de agosto en las instalaciones deportivas de la Ciudad Universitaria, destacó por la participación de siete equipos conformados por alumnos de distintas promociones, quienes demostraron que más allá de los resultados, lo importante fue reencontrarse y revivir la pasión que los une como comunicadores.
La jornada inició con las palabras de bienvenida del Magíster Jim Montalvo, director de la escuela, quien resaltó la importancia de estos espacios para fortalecer los lazos entre la comunidad ECCO. «Hoy no solo celebramos un aniversario más, sino que reafirmamos el espíritu de unidad que siempre nos ha caracterizado», expresó Montalvo ante los asistentes. Acto seguido, Mirco Villanueva, representante de una de las primeras promociones de la escuela, tuvo el honor de realizar el ‘play’ de honor, simbolizando así la conexión entre las generaciones que han pasado por las aulas de ECCO.
Los equipos participantes, bautizados con nombres creativos que reflejaban el ingenio característico de los comunicadores, dieron vida a una serie de encuentros llenos de emoción. En la primera ronda, Los Dengues buscaron contagiar su ritmo al equipo periodístico de ABC Social F. C., mientras que Los Destructores hicieron honor a su nombre al enfrentarse a Los Ivanchos en un partido lleno de intensidad. Por su parte, Los Desempleados demostraron que, aunque su nombre podría sugerir lo contrario, su talento en la cancha era innegable al medirse contra el equipo costeño de Sin Oxígeno.
La segunda ronda permitió a los equipos revancharse, pero como bien señalaron los organizadores, los marcadores finales fueron lo de menos. Lo verdaderamente valioso fue el ambiente de confraternidad que se vivió en cada encuentro, donde las risas, los abrazos y los recuerdos de anécdotas universitarias fueron los verdaderos protagonistas. «Estos momentos nos recuerdan por qué ECCO no es solo una escuela, sino una familia», comentó uno de los participantes mientras los equipos compartían un refrigerio al finalizar los partidos.
El festival deportivo no solo sirvió para celebrar el aniversario de la escuela, sino también para reforzar el sentido de pertenencia entre los estudiantes y egresados, quienes demostraron una vez más que el espíritu ECCO trasciende las aulas y se mantiene vivo en cada encuentro. Con esta actividad, la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación cierra un capítulo más de su historia, reafirmando su compromiso con la formación integral de profesionales que, tanto en la cancha como en su vida laboral, saben trabajar en equipo y con pasión.