Felipe Junior Moreno Nieves, guitarrista concertista de la música peruana, principalmente la ancashina. Nombrado a sus 24 años “Hijo Predilecto de la ciudad de Huaraz”. Es el fundador y director general del Festival Internacional de Guitarra “HUARAZ”, director general de la Primera Escuela de Guitarra Peruana en la ciudad de Huaraz. Fue declarado por medio del Ministerio de Cultura del Perú como “Personalidad Meritoria de la Cultura Ancashina” a los 21 años.
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A sus 27 años y con alrededor de 20 años de trayectoria musical, Felipe Moreno ha recorrido múltiples países como México, Colombia, Bolivia, entre otros; ello realizando conciertos, charlas y clases maestras sobre la guitarra peruana. Es así que este año por primera vez saldrá del continente, yendo a Tokio. El arduo camino que recorrió comienza y se direcciona en torno a un mismo consejo: la publicidad. En torno a la publicidad es que su carrera va a surgir, y a posicionarse hasta lo que hoy en día es. A continuación, se presenta un recuento de lo que el intérprete nos cuenta, respecto a su larga trayectoria, el cómo la publicidad juega un rol importante en su vida y lo que tuvo que afrontar para llegar donde está, además del compromiso que tiene para con su pueblo.
Tenemos entendido que usted toca desde los 8 años y actualmente tiene alrededor de 20 años de trayectoria… Cuéntenos, ¿Cuál fue el momento decisivo en el que Felipe Moreno decidió firmemente que la interpretación de la guitarra ancashina era a lo que se quería dedicar?
El proceso fue bien complejo, pues a los 8 años empiezo a tocar en la peña que en ese entonces tenían mis padres. Estudiaba en el colegio militar “Elías Aguirre”, en Chiclayo. Estaba todo planeado para postular a la Fuerza Aérea (…) pero me puse a pensar un poco en el futuro, en si (…) al pasar los años iba a ser feliz. Entonces, de un momento a otro, muy radical, decidí dejarlo. Decidí arriesgarme por la música, contra todo pronóstico. Mis padres ya habían estructurado mi vida. Le soy sincero, al inicio lo hice porque no había otra opción. Por eso decidí estudiar música, y ahora es lo mejor que me ha pasado.
¿Cuáles fueron los obstáculos que se presentaron?
Fuera de la familia, cuyo apoyo moral y económico fue retirado, el haber estudiado música fue complicado porque no hay oportunidades. El poder hacer una carrera tal vez en un ambiente más social que cultural es muy difícil. Por eso, tengo muchos compañeros que ahora se dedican más a la orquesta, y no son felices porque no era lo que ellos querían. El viajar a otros países es muy difícil porque las instituciones musicales no tienen convenios, (…) solo hay para los que se inclinan a la música clásica en el conservatorio, donde estudié, y yo no me dedicaba a eso.
También fue una complicación para poder viajar, porque tenía 17 años y yo mismo los contactaba y escribía (a contactos del extranjero), mandándoles “videitos” mostrando cómo tocaba. A veces me rechazaban y otras ni respondían. Fue muy difícil, pero es a los 18 que me invitan por tanta insistencia ya pues ja, ja, ja, me dan una oportunidad, y gracias a eso salió muy bien.
Ya me imagino. Han sido una serie de dificultades que lo han llevado a ser quien es hoy en día. Bueno, entonces, ha pasado por todos estos inconvenientes, pero ha llegado hasta aquí. ¿Cómo nace la idea de fundar una escuela?
No estaba en mis planes el abrir la escuela. En la pandemia, vinieron unos jóvenes a mi casa, (…) y me dijeron: “Quiero que me enseñes esa rama, quiero que me enseñes, así como tocas, igualito” (…) Y así empecé a enseñarles y agarrarle el gusto por eso (…) decidí enseñar, para que la rama no muera allí conmigo. Es muy curioso cómo pasan las cosas, pero lo más bonito (…) es que los chicos aprendan a desarrollar su música, así sea un punteo simple. El hecho de que toquen un tema ancashino, ya está contribuyendo un poco a que ellos puedan apreciar un poco su música. Busco difundir la música ancashina, revalorarla y seguir ese legado que los maestros nos han dejado.
Para ser un docente empírico, me parece que usted ha logrado captar cuál es el propósito de la docencia, que es el de transmitir lo que uno conoce a sus alumnos, no solo el inculcarles lo que uno quiere que dominen, sino dejarlos fluir, dejarlos ser, pero dejar parte nuestra en ellos…
Estudié música, y en la música supuestamente dicen que nos enseñan para enseñar, pero no es lo mismo, porque a mí no me enseñan cómo debo de manejar a un alumno, cómo debo de manejar a un grupo. Eso es en otra carrera muy diferente, a nosotros nos enseñan a tocar. Quise enseñarles como me hubiera gustado que me enseñen a mí, porque yo sufrí mucho cuando aprendí aquí en Huaraz. Me regalaron una guitarra, traté de aprender, pero no llegaban, o llegaban borrachos (los profesores). Como quería aprender, empecé a aprender solo. No quiero que les pase lo mismo a los chicos.
Y ese es un mensaje muy importante porque creo que, si hay alguna razón por la que la música no es vista al mismo nivel que cualquier otra carrera, es por el cómo se ha venido enseñando, el cómo se ha venido trabajando. A nivel cultural, el cómo se está viendo, y nuestro contexto de todas maneras no nos permite equiparar la carrera musical con la de derecho, por ejemplo, cuando fácilmente, podría funcionar…
Es también muy compleja, incluso es muchos años. Para hacer las maestrías, no puedes hacerlas aquí en Perú, toca salir igual. La ESFAP es buena, creo que es una de las pocas instituciones en las que puedes estudiar música acá, pero por lo que comentan los chicos, no es muy buena, ni siquiera los preparan bien. Uno de los chicos que están conmigo aquí, postuló. “Por gusto me he metido, me han dicho que traiga mi tema y allí nomás ya. Entonces el nivel es muy básico, no me gusta”. Eso peor complica, y los chicos piensan que, si así es la música, pues entonces es fácil. Pero si se van a Lima, para postular nomás es interesante el examen. El tocar será un 10% del examen, y eso es lo interesante, les hace entender que esta carrera no es así de simple, y que vale la pena también hacerla.
Definitivamente. Viendo ello entonces, sus estudios en el conservatorio, quería preguntarle, ¿Cuál fue su primera experiencia en el extranjero? ¿Cómo es que usted llega a decir: “yo tengo que salir del país, tengo que crecer”?
El primer país al que yo viajé fue Bolivia. Ya que la universidad no me ayudaba mucho, yo empecé a difundir mi trabajo, a grabar videoclips, a hacer entrevistas aquí en Huaraz, incluso di un concierto. Entonces empecé a difundir mucho los videos, creé mi página, invertí un monto pequeño para que se desarrolle en otros países. En un momento, una persona en Bolivia vio mi trabajo. En ese momento como estaba solito no podía pagar un vuelo, averigüé, y encontré un bus que me llevaba hasta mismo Desaguadero. Tomé mi bus, pero hubo huelga en Puno. En la madrugada nos dejaron en Puno, y tuve que caminar hasta la frontera con Bolivia. Felizmente en cierto punto nos encontró un camioncito y nos llevó, de allí bajamos como inmigrantes en las películas, con mi guitarra y mi maletita.
Fue una experiencia guerrera. Llegué a Desagüadero cansado en la madrugada, pasé mi pasaporte, y me dirigí en un taxi a un carro que tenía que tomar. Llegué a Bolivia, y empecé a contarles lo que me había pasado. Estaba contraído, mis manos adormiladas, pero aún así, terminé el concierto con un sentimiento muy bonito… a pesar de todo, me aplaudieron, fue mi primer concierto allá.
De todas maneras, bastante gratificante y motivador, me imagino. Además de Bolivia, ¿qué otros países le han permitido conocer este arte?
Pues mire, Bolivia (10 veces) es el primero, luego fue Argentina (2 veces), Paraguay (8 veces), Panamá (1 vez), Chile, fui a Colombia (3 veces), a Ecuador, a Brasil y terminé en México, el país a donde más voy. Son 9 países.
¿Cuál es el país que más huella ha dejado en usted?
México. México es un país muy guitarrero (…). Paracho-Michoacán, es donde considero que están los mejores luthíes (constructores de guitarra) del mundo. Mi guitarra mexicana fue construida en el Estado de Texcoco. México es el país en el que mejor me he sentido, y como voy seguido, ya me conocen, me tratan muy bien, me dan Sky, que es como el tequila, pero más fuerte, me tratan muy bien. Me tratan como yo los trataría aquí.
Hablando también entonces de los países que usted está visitando, el primero de enero del presente año, anunció que viajaría para Tokio. ¿Podría comentarnos un poco más al respecto?
Sí, sí, sí. Por ejemplo, ahora que estuve en México recientemente, por el festival. Eso es interesante porque me ayuda mucho para poder hacer contactos con otros países. Por lo general, yo soy quien cierra los conciertos porque como hago música tradicional, siempre les gusta mucho eso. Entonces a mi compañero le gustó tanto que me invitó. Me mandó la invitación en japonés, y bueno, ya la estaré publicando, quiero aprovechar Tokio para poder viajar a otros lados también.
Claro, de todas maneras, es una gran oportunidad para darse a conocer y dar a conocer su arte…
Es hermoso, de verdad. Nunca pensé en llegar tan lejos. Mi sueño más loco fue llegar a viajar a otro país, y lo hice cuando tenía como 19 años. Ahora tengo como 27 y casi voy a salir del continente. Va a ser algo muy interesante el poder hacer eso. El poder viajar a Tokio va a darle un peso enorme a la música tradicional, porque no conozco, fuera del maestro Raúl García Zárate, a otro guitarrista que haya viajado a Japón ara realizar un concierto de guitarra solista, espero que se abran las puertas para los chicos. Iba a viajar a Europa (París), pero preferí darle prioridad a lo de Tokio, creo que pesa más. (…) va a dejar huella en mi carrera y en mí. Espero con muchas ansias ese viaje.
Estaremos entonces a la expectativa de ello. Entonces, la puerta que se le abre en Tokio es a raíz del VI Encuentro Internacional de Guitarra en México, ¿cierto?
Sí, allí hacen festivales una vez al año, y me llamaron pidiendo un representante del Perú. Me dan la fecha, me pagan el pasaje. Allí hacemos un compartir muy lindo, música, cenamos, conversamos, y salen muy buenos contactos. Claro, él (su amigo y contacto en Tokio) no habla español, pero sí inglés (…) creo que lo he desarrollado con los viajes más.
Tras todos estos años de carrera, usted se ha dedicado a reinterpretar canciones, a reversionarlas, incluso algunos temas que se estaban dejando de lado para preservarlas…
Sí, es usted la primera persona que me lo dice. Qué bueno que lo conozca, que lo entienda. Lo que pasa es que me preguntan mucho siempre: ¿Compone? y digo que sí, pero me enfoco más en (…) lo adapto, lo arreglo y lo transcribo. A una sola guitarra, ser diferente, es lo mejor.
De todas maneras, entonces, usted va a mantenerse realizando esas actividades. Porque una de las preguntas que ha estado rondando por la mente de los huaracinos es el por qué Felipe Moreno, ¿no saca sus propios temas? De ello, ¿Cuál es la razón principal por la que usted prefiere enfocarse en interpretar?
Podría componer, tengo algunos temas, pero hay tantas composiciones que hemos tenido, pero que la gente no conoce, y por no haberlas difundido, no se conocen. Quiero primero (…) recopilar esas canciones perdidas y que la gente valore su música porque son temas hermosos. Una vez que esos temas estén bien difundidos y bien rescatados (…) sobreponer mis canciones delante. Pero creo que, en esa parte, uno nace con un don natural, tal vez mi don no es tanto componer, más el mío es arreglar, el adaptar (…) como artista, me siento bien con eso, y mientras me sienta bien con eso, lo seguiré haciendo.
Veo que todo este esfuerzo también, por revalorizar lo nuestro, ha sido bastante reconocido, por ejemplo, lo denominaron como el “Hijo Predilecto de Huaraz”, ¿Qué sintió cuando le dieron la noticia?
Fue lindo, porque dije wow, todo el esfuerzo. Claro que no es lo que se busca, pero es lindo que te valoren, sobre todo en tu tierra.
Claro que sí, y el hecho de tener este título, hace que uno tenga también que asumir cierta responsabilidad al respecto, por ende, ¿Cuál es su compromiso al respecto?
Es una mochila bastante grande. Yo quiero ser ejemplo para los chicos de mi escuela, por lo que tengo que tener mucho cuidado (…) fuera de lo musical, con lo personal también. Para la gente, me da la responsabilidad de difundir más la música ancashina en mis conciertos (…) Este título me da la labor de llevar todo lo que pueda de Ancash (…) con mi ponchito, siempre digo que soy de aquí. (…) Es una responsabilidad bastante grande, espero hacerlo sinceramente con mucho respeto. Ahora con los viajes que vienen, seguir haciéndolo bien (…) Dejar un buen ejemplo como persona y artista.
Bueno, pasando a otro punto, usted se desempeña como solista, pero también colaboró con artistas ancashinos como Nancy Manchego, Anita Fajardo o la Chinita Cordillerana, ¿cómo es que pasa de solista a acompañante?
La pandemia trajo las colaboraciones, porque yo nunca quise. No me gustaba. Anita me dijo que tocáramos un chimaichi. No existían chimaichis para guitarra sola (…) y al final salió algo bonito. Gracias a Anita, con ella empezamos, grabamos un disco de guitarra solista y voz. Ahora tengo también eso con Nancy, con Carito Solís, pero todo con guitarra y voz, para que se mantenga vigente el estilo. Las colaboraciones le dan un realce a la música tradicional, y a la gente le gustó. Se vienen colaboraciones muy lindas, con gente de Ayacucho también.
¿Qué siente al preservar la música ancashina no solo como solista?
Es un privilegio. Creo que la música ancashina (..) tiene esa combinación: la elegancia, ritmo de jarana y la melancolía en sus letras. El poder difundirlo con la voz, permite entender al público que esa combinación es más que impactante todavía. Hay mucho por hacer con la música ancashina, pero abarcaré más la voz con guitarra, me gusta cuando estoy tocando y escucho las letras. El sentimiento se acrecienta, y es algo maravilloso porque el orgullo que uno tiene de su música es más grande todavía. Yo crecí con esa música, todos los compartir de mi familia han sido con música tradicional. La música ancashina no solo está en mi trabajo, sino también es mi vida personal.
Yéndonos más al tema personal ahora, ¿qué más hace Felipe Moreno, además de ser guitarrista?
Mi carrera se ha enfocado 100% en la música, entonces todo lo que hago fuera de la guitarra es música básicamente. La música abarca mi 100%. Me gusta mucho el deporte, (…) el tiempo cortito que me queda hago deporte, que es lo único que combina mi tiempo con la música. Así quisiera hacer algo más, no podría. Todo mi tiempo se ha absorbido por la música. Enseñar o tocar.
He notado que la interacción en sus redes sociales ha crecido mucho con los videos que publica, enfocados en los músicos, ya sea dando tips, contando anécdotas, o haciendo dúos, ¿cómo inició con los dúos?
Justo me dejaron un mensajito: ¿puedo venir a cantar? Pero estaba en Lima. Entonces yo digo, por qué no, y empiezo con los dúos. Y empezó a compartirse demasiado, (…) trato de enfocarme también en ello (las redes sociales), tengo que publicar afiches. Si hago algo, tengo que saber a qué hora hacerlo, cuándo hacerlo, cómo hago el afiche y demás, todo tiene que ser bien armado.
Claro que sí, y uno de los videos que me llamaron bastante la atención fue el de uñas postizas, para tocar la guitarra. Veo que ha tenido bastante impacto, entre impacto positivo como negativo…
Pero eso es bueno. Yo en realidad cuando lo veo me río. Es que no entienden, claro, no saben. Ni siquiera necesito responder, porque hay otras personas que le responden, y le responden lo mismo que yo quisiera responder. Esto claro no es toca como rasgueo no, pero claro si intentaran tocarlo se darían cuenta de que la púa no te sirve de nada prácticamente al momento de tocar. Entonces hay cosas bien interesantes (…) Es bueno porque sé que se mantienen atentos. (…) Que se peleen entre ellos, pero que haya difusión.
Recapitulando un poco, ¿Qué proyectos se vienen con Felipe Moreno?
Ahora voy a enfocarme mucho en la escuela, en los talleres. Viajar con los chicos al extranjero (…) esperamos poder hacerlo este año, eso como escuela. Por la parte personal, se vienen algunos viajes en el extranjero, algunos países que ya he recorrido, como Colombia. Lo de Japón, que creo que va a estar excelente. La idea es difundirlo bien. Es la gira más importante, a menos este año. Después de Japón, me voy a dedicar a mi escuela, porque es mucha organización (…) Quiero ir a Europa.
¿Cuál sería el compromiso que usted asumiría para con su tierra, Huaraz?
El compromiso que yo tengo con Huaraz es difundir su música, al menos en mi rama. Y no solo a Huaraz, sino también a Ancash, porque esta vez voy con temas a nivel ancashino. Difundirla, con mucho respeto. Que podamos dejar huella en otro lado, que cuando ellos recuerden al Perú, no solo sea Machu Picchu. Difundir la música y así el turismo.
¿Qué les recomendaría a las generaciones que buscan incursionar en la música en general?
Primero, mucha práctica, hasta que los dedos se desarrollen como tienen que ser; y la difusión es importante. Si queremos hacer una carrera, es necesario hacer la publicidad. No podemos esperar a que las oportunidades vengan solitas. Tienes que insistir. No es que salgamos de la universidad y existan, como en los abogados, un estudio para practicantes de guitarra. Es difícil, pero creo que, con su debida difusión y práctica necesaria, con las ganas de poder soñar cosas grandes (…) y poder cumplir los sueños más locos que tengas.
A partir de lo previamente expuesto, entonces, Felipe Moreno rescata que un factor que lo impulsó en su carrera como solista fue la publicidad. Si bien la trayectoria que ha venido recorriendo se expande a nivel internacional, el cual fue en crecimiento desde que llegó por primera vez a Bolivia, como comentó, no es más que gracias a su talento e inversión en publicidad, como el hacer buenos “contactos” como él los denomina, que lo ayudan a crecer a nivel global. Es así que nos presenta una cara muy conocida del mundo musical, aquella que no es muy valorizada en nuestra región, ni en nuestro país. A nivel cultural, la música no le resultó rentable, por ello las conclusiones a las que llega, siendo su trayectoria, a sus 27 años, aquella que se encuentra aún en proceso de crecimiento, estando a la expectativa de su viaje más importante, Tokio.