Sortilegios de la sombra, publicada el año 2019 es el último libro del escritor Alex Rosales Beas Licenciado en Educación en la especialidad de Lengua y Literatura. Además de escribir ejerce la docencia en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (Unasam) misma de la que egresó. Los números son exactos fue el libro con el que se inició en la creación literaria, lo escribió durante su estadía en la universidad en la ciudad de Huaraz.

Por: AGUIRRE PEÑA Yoniver R.
Sortilegios de la sombra, publicada el año 2019 es el último libro del escritor Alex Rosales Beas Licenciado en Educación en la especialidad de Lengua y Literatura. Además de escribir ejerce la docencia en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (Unasam) misma de la que egresó. Los números son exactos fue el libro con el que se inició en la creación literaria, lo escribió durante su estadía en la universidad en la ciudad de Huaraz.
Rosales Beas cuenta con más de dos libros publicados y considera la posibilidad de publicar nuevos libros antes de culminar el año 2023.
¿Usted cómo empezó su carrera de escritor?
Básicamente en mi formación universitaria, los cursos de literatura eran muy interesantes, y uno lee de más de lo que los profesores te puedan dar cuando te nace la pasión por un arte. Entonces comencé a leer cada vez más y por desborde comencé a escribir.
El punto de inicio fue Julio Ramón Ribeyro, la historia de Los gallinazos sin pluma por ejemplo, me cautivó esa denuncia social que imprime en el cuento.
¿Hay que leer para poder escribir?
Por supuesto, uno no puede escribir sin leer, es como querer jugar fútbol sin tener una pelota, es

indispensable la lectura, aquel que quiera escribir necesita leer mucho, es un ingrediente, la lectura te da la estructura, te da la esencia de la ficción que es el alma de la literatura.
No se puede escribir poesía sin haber leído a Vallejo, no se puede escribir cuentos sin haber leído a Ribeyro a nivel nacional. A nivel de Latinoamérica, no se puede escribir cuentos sin haber leído a Borges, Cortázar, Juan Rulfo y entre otros maestros del mundo literario.

¿Cuáles son las influencias literarias: qué autores y/o libros?
Lo que despertó mi parte reflexiva estética fue el autor del Túnel el argentino Ernesto Sábato.
Sábato plasma dos elementos básicos del arte, el elemento apolíneo de Apolo y el elemento dionisíaco de Dionisio.
Estos elementos se basan en que tiene que tener una suma de irracionalidad, instinto, emoción, pasión, de sentimiento la obra, y por otro lado tiene que haber lógica y razón, pero el elemento que debe de predominar es el dionisíaco que es el instinto.
Esos dos elementos lo trabaja muy didácticamente en sus novelas Ernesto Sábato. Todo buen cuento, toda buena novela tiene que tener esos dos elementos.

¿En la actualidad por qué más de lo apolíneo que lo dionisíaco?
Es que en este mundo globalizado, en donde impera internet y la cibernética, el mayor prestigio social lo tiene la ciencia y no el arte.
Por ejemplo, en el plano de la ciencia, si alguien escribe un libro sea cual fuese la disciplina, la sociedad lo premia, lo ensalza, lo endiosa. Pero si un escritor de ficción publica un libro pasa por desapercibido, no tiene un prestigio social, es más, hablando de la misma literatura, los críticos y los teóricos literarios tienen mayor prestigio que los creadores literarios.
Entonces el mayor prestigio social tiene la razón y no la imaginación, el instinto o el sentimiento. Se ve que un científico tiene credenciales, pero un poeta es un loco, un drogadicto. Pero el arte es lo que escribe para educar el alma y el sentimiento, haciéndonos más humanos.

¿La literatura cómo salvador de la sociedad?
Siempre lo ha hecho, la literatura y el arte en general han acompañado al hombre desde sus albores. El arte siempre ha estado ligado al hombre, el hombre no puede vivir sin el arte. Imagínese vivir sin música, sin pintura, sin literatura. El arte nos salva de la robotización.
La filosofía desde la época clásica hasta el siglo XX ha sido racionalista. Pero en el siglo XX surge la filosofía existencialista, una filosofía emocional, sentimental, irracionalista…, abanderado por Jean Paul Sartre.
El existencialismo emerge porque la humanidad llegó a la conclusión de que todo el conocimiento hasta ese momento estaba encerrado en la razón olvidando los sentimientos, de que todo el conocimiento acumulado tan solo sirvió para crear armas y estrategias que solo destruyeron, como en la primera guerra mundial, la segunda Guerra Mundial, la Revolución Rusa y entre otros acontecimientos en donde murió mucha gente.
Sin embargo eso fue un tiempo que pasó, porque ahora sigue predominando la razón.

¿Cómo se prepara para escribir una nueva obra?
En nuestro país es complicado ser escritor. Hay escritores profesionales y rateros. Esa clasificación viene de un encuentro de escritores en el que un colega dijo: “yo no soy un escritor ratero yo soy un escritor profesional”, es decir, tenía una hora establecida para el desayuno, para llevar a sus hijos al colegio, dejar en el trabajo a su esposa y volver a su casa para escribir hasta el mediodía. Después, recoge a sus hijos del colegio, pasa por su esposa, almuerzan todos, llegan a su casa y retoma su escritura hasta las seis de la tarde, como un empleado público.
Sin embargo, el colega que decía ser un escritor profesional no tenía mucha producción, era más mayor que todos y solo tenía publicado dos libros. Entonces, yo creo que para escribir se debe compartir esa pasión de escribir con otras acciones laborales.
En mi caso obedeciendo la clasificación yo soy un escritor ratero, porque un escritor ratero es quien escribe de rato en rato cuando tiene tiempo. Yo a veces estoy escribiendo por la mañana y tengo que dejarlo por venir a la universidad y lo retomo en la hora del almuerzo aunque la intensidad de la imaginación ya no es la misma.
El mejor momento en el que fluyo más al escribir es cuando me despierto, a eso de las cinco de la mañana. Tengo un tablero desplegable en mi cama que apenas me despierto lo deslizo para ponerme a escribir en la laptop. A esa hora es cuando estoy más lucido, tranquilo emocionalmente, la imaginación brota mucho más.
Particularmente para mí la literatura es como una amante, como una novia, una esposa, de repente mucho más que eso, porque le damos nuestro mejor tiempo.

¿Qué es lo que le inspira a escribir?
Algunos llaman inspiración a esa fuerza creadora que uno tiene, para mí existe la inspiración pero solo es un camino, es la punta de una madeja porque lo otro es el trabajo intelectual, el trabajo incesante, el trabajo con la palabra. Por ejemplo, para el común de las personas el rostro de un niño les puede parecer solo un rostro, pero par mí parece una revelación divina, representa un símbolo. Entonces el rostro de un niño, el vuelo de una mariposa o el reposo de una mosca en un plato, para los demás es repulsivo pero para mí de repente es el inicio de una historia. Son imágenes en tu mente que permanecen, pasan los días y esa imagen vuelve exigiendo ser contada.

¿Cuáles son los temas que más le interesan para explorar en su escritura?
Tengo un amigo que escribe sobre ciencia ficción; trabaja mucho sobre temas de zombis y tal. Y me dice esa es la onda, porque ahora escribir como Arguedas, Edgar Norabuena, Macedonio o Colchado es pasar a la historia, ahora hay que escribir ciencia ficción, porque es lo que está en la cresta de la literatura. Pero uno no escribe por moda.
A mí me gusta mucho la música de ‘AC/DC’ una banda australiana de rock pesado, de metal y uno de sus integrantes, el guitarrista Angus Young en una entrevista le preguntan: tú eres un gran guitarrista, por qué no compones baladas. Y el responde que “ya hay demasiados baladistas y lo hacen bien, yo debo describir lo que mi sangre me ordena, si mi composición o lo que escribo no suena como ‘AC/DC’ lo dejo pasar”. Bueno es una analogía que estoy estableciendo.
¿Entonces sobre qué escribir? Yo escribo sobre lo que me agobia, escribo sobre mis vacíos existenciales.
Escribe lo que te apasiona, lo que te capta, sobre esa imagen de tu cabeza que incluso es muy diferente a tus propias creencias.
Los artistas deben retratar la condición humana y no dejarse guiar por modas. El arte no es moda.

¿La literatura clásica se debilita por la moda?
A mi parecer hay una buena literatura y una mala literatura. La buena literatura es aquella que representa la condición humana. La mala literatura son escritos que representan simplicidades que un momento determinado tiene mucha aceptación del público, pero cuando el hombre entra en crisis en realidad, esa literatura llamada light, no puede con la crisis, que es la crisis existencial que siempre nos agobia.
Esa crisis existencial cada vez más se va agrandando haciendo que el hombre pierda el camino, el hombre ya no sabe qué es lo racional y lo irracional. Prácticamente, decirle irracional es una ofensa para el hombre. Pero, Lo irracional es el amor, la pasión… acaso el hombre no se enamora. Sin la irracionalidad que haríamos. Siempre habrá un loco que escriba y que salve al mundo. La literatura y el arte son el oxígeno del alma del hombre, y muchos que no lo ven de esa manera, seríamos robots los hombres solo con la razón, perdiendo nuestra identidad.
En la pedagogía antes el prestigio de los cursos eran la matemática, ciencia. Pero ahora no, ahora se habla de habilidades blandas, como tolerancia, que no tienen los estudiantes ni la sociedad. Ahora el estrés es como masticar un chicle, todos se estresan. Los adultos, los jóvenes y hasta los niños se estresan, provocando el surgimiento de muchas enfermedades. Una alternativa de solución es leer, leer un buen libro. Un libro que te llegue al alma, que te haga sentir más humano, que de soluciones emocionales y espirituales, que te vuelva más sensible, un libro con condición humana. Eso es lo que aporta el arte…la literatura.

¿El amor es una salida para los problemas de la sociedad?
Sí, el amor, la paternidad, la tolerancia y todos esos aspectos que la matemática ni la razón la contemplan.

¿Cómo desarrolla sus personajes? ¿En qué se basa para crearlos?
En uno de mis libros que es la Águila Solitaria que es bastante testimonial, es más, es un homenaje a mi generación, a mi barrio, a mi gallada. Los personajes son ellos, pero las acciones que se desarrollan no lo han hecho ellos, yo los he exagerado, los he inventado, los creo. Entonces los personajes pueden surgir de la vida cotidiana como también de la imaginación. Y si hablamos en porcentaje, los personajes que yo creo son un 80% imaginado y los restantes son reales.

¿Qué desafíos ha enfrentado al escribir y cómo los ha superado?
Hay problemas externos e internos. Un problema externo es mi vecino que pone una música horrible pero no puedo decirle nada porque está en su casa. Y un problema interno, por ejemplo es cuando escribir es toda una agonía, y uno disfruta de esa agonía, el sufrimiento es placer a la vez. Se agoniza cuando no se encuentra las palabras precisas para expresar la emoción del personaje.
Son algunas dificultades pero la dificultad más grande es el tiempo. Me revienta dejar lo que está corriendo a cien por hora para ir al trabajo, porque la familia de qué vive sino. Pero no siempre es así, uno va teniendo un ritmo de creación y el cuerpo y la mente se adecuada a ese ritmo. Generalmente escribo una hora por la mañana, y lo retomo durante el día. Pero si en la mañana he escrito por lo menos dos mil palabras, durante el día puedo sentarme durante tres a cuatro horas y no escribo más de quinientas palabras. La intensidad reduce.

¿La música mala?
Para entendernos, en esencia soy rockero, un rock pesado. Pero también me gustan las baladas, puedo escuchar un huayno o una cumbia si mi estado de ánimo me lo pide.
A mí me agrada la tranquilidad y al parecer esa tranquilidad lo consigo con música muy estridente como el rock.
Tal vez por eso cuando siento que no puedo seguir avanzando en mi escritura, y dispongo de tiempo subo a mi taller que está en el último piso de mi casa, ahí me pongo a chancar y a soldar los fierros, metales…, chatarra en general. Es una forma de des estresarme, entonces uno siempre busca la válvula de escape para las tensiones y tranquilizarse. Cuando estoy en el taller en ese desorden mi mente va procesando la historia y en eso llegan más ideas, entonces dejo el taller y bajo a continuar la escritura.
Para mí es bastante gratificante a pesar de ser bastante opuesto una actividad tan intelectual frente a una actividad tremendamente física. Yo oscilo entre esos dos mundos que me enriquece.
Pero la música responde al estado de ánimo y más que todo a la generación. Yo soy de la generación de los 80´s. Yo digo que después de los 80’s o 90’s no existe la música, todo ya es ruido, al igual que los de esta generación actual dirá que después del 2000 no existe música.
Así que, todo está en base a la nostalgia, la música es emoción, nos conecta, nos revive, relacionamos el sonido con vivencias que se quedan marcadas. La música que escuchamos en momentos de desarrollo en el que estamos marca para siempre.

¿De qué manera cree que la escritura puede influir en la sociedad y en las personas individualmente?
En el Perú es un gran problema la escritura y la lectura. Dos caras de una misma moneda.
Realmente el problema es que no enseñan a leer ni a escribir, no es que el peruano sea bruto, simplemente las políticas educativas están orientadas por las grandes internacionales, estamos en una política neoliberal, y a los neoliberalitas no les gusta que el joven peruano sepa leer y escribir, nos mantienen en ese adormecimiento.
Podríamos decir que nos dan la punta del iceberg, el de decodificar y el de copiar palabras. La lectura y la escritura son procesos complejos, que en las currículas nacionales no se desarrollan, entonces tiene que cambiar el sistema, es cuestión de sistema, cambiarlo por uno sea cual fuese que realmente quiera el desarrollo del pueblo.
Mientras no se tome conciencia de que la lectura y escritura son la puerta al desarrollo del pueblo no va a cambiar nada, eso es una pena pero así está la situación.

¿Todos debemos escribir?
Esa pregunta me remite a si el escritor nace o se hace. Todos tenemos la facultad de escribir, lo único que nos define es la voluntad de hacerlo. Si quieres ser escritor el primer requisito mínimo es leer y depende de la voluntad de uno si lo haces o no.
Otro requisito para mí, es vivir, además de leer. Tienes que haber vivido experiencias para escribir.
Como decía Borges toda experiencia es como darle arcilla a un artista para crear
Exacto.
Virginia Woolf decía vive intensamente hasta los 23 años, y de ahí ponte a escribir. Entonces la experiencia vital es fundamental, cuando una persona más a sufrido, cuando más vacíos tenga tiene mayor imaginación. Entonces la experiencia vital y la lectura, fundamental para la escritura, todos podemos hacerlo, depende de la voluntad de uno es la única diferencia, el escritor se hace. Puedes tener también una imaginación súper dotada pero si no lo desarrollas
Tal vez el talento solo es el inicio, la puerta, una excusa…
Así es. Por eso otros dicen, estoy inspirado, la inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando.

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